ColOMbia Biodiversa

Una tarde se cruzaron mis caminos entre los "ires" y "venires" de la ciudad, con dos viajeros, Francesc y Aneta, quienes recorrían el mundo a su manera, con el alma a la vista y tomando nota de ella, dejando como en los cuentos migas de pan en el camino que recorrieron para hilar un tejido de encuentros. Abrazaron a Suramérica con Arte, con palabras sentidas y plasmadas en YO, TU, NOSOTROS TODO. Cronica de un viaje de ida y vuelta a Sudamérica


ColOMbia Biodiversa

Caos y creatividad en un abrazo que va de la vida a la muerte, con una facilidad que abruma a propios y ajenos. Un país que contiene la mayoría de especie de flora y fauna del planeta en su territorio*, así mismo es escenario de diversidad de experiencias para el alma.

Es muy fácil caer en los juicios pare entender la condiciones en que se vive en Colombia y ese no es mi estilo. Mientras escribo estas letras y las lees estallan la violencia y la intolerancia en balas, “minas anti persona”, desplazamientos forzosos, paramilitarismo, guerrilla, depredación de los recursos naturales por las compañías extranjeras, trata de blancas, desapariciones forzosas y muchos más nombres que tiene el carácter destructivo de la raza humana, podríamos decir que aquí se vivencia en extremo la violencia, realidad desgarradora y exigente para la vida. Sin embargo sorprende ver que entre la confusión se agita la semilla de la vida “viva”, generosa, buscando y encontrando nido en los habitantes y visitantes. Lo que me abruma de Colombia es la esperanza que corre por la sangre inmune a su opuesto, y recorre ciudades y pueblos, audaz y constante, se refleja en la sonrisa fácil de cada día, a pesar de todo y por todo, con un “humor negro” donde el corazón no tiene límites para el perdón y el amor; y la vida estremece con su sentido incorrupto la muerte.

Es fácil confundirse al pensar en Colombia al tener que abarcar tal diversidad de realidades  y querer clasificarlas, yo no lo logro. Una de las características de la cultura colombiana es la generosidad en la palabra, en la intimidad, donde se aplica “mi casa, es tu casa” literalmente y las historias son “el pan de cada día” que pasan de boca en boca, endulzando el alma. 

Con un cuento mío termino: Un día abrumada por mis múltiples necesidades insatisfechas en una ladera de una montaña (comuna) en Medellín, realizando un absurdo programa de atención a personas desplazadas por la violencia, le pregunto con formulario en mano a una mujer, que se toma un descanso en su labor de trasladar ladrillos para una escuela comunitaria creada con recursos de la comunidad; ¿Cuáles son sus necesidades más apremiantes en este momento?, su respuesta me golpea al extenderse el silencio entre nosotros mientras mira al cielo con detenimiento baja la mirada y me dice: “nada”.

Nací colombiana en Medellín con todas sus consecuencias: La experiencia de la diversidad de la vida en su más amplia y amoral expresión. Y como dice la sabiduría popular, “el que busca, encuentra”, y en Colombia se puede encontrar en la experiencia de los opuestos lo que se esté buscando, la creatividad y/o la destrucción en una danza alocada al ritmo intenso del trópico.
Naty Hoyos



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